Cuanto deseo poder tener un tiempo de intimidad con cada alma, y con cuan pocas puedo tenerlo...
Mi Presencia en cada uno es real y auténtica, más requiere Fe.
Mi Presencia en cada uno es real y auténtica, más requiere Fe.
¿Qué es tener Fe en Mi?
Requiere conocerme, para lo cual la lectura de los 4 santos Evangelios se hace imprescindible.
Requiere conocerme, para lo cual la lectura de los 4 santos Evangelios se hace imprescindible.
Sin ellos, no se me conoce verdaderamente, pues solo ellos reflejan fielmente todo cuanto os dejé dicho. Mi Palabra, que es Palabra de "Abba" para todos.
Mi Acción en cada uno se ciñe a lo que cada uno precisa más, para avanzar por el camino interior de santidad.
Mi santo Espíritu penetra hasta el tuétano de cada alma con el fin de bendecirla y ayudarla a desarrollarse como miembro de la Iglesia, verdadero Cuerpo místico Mío.
La lucha contra el pecado se libra en el corazón de cada uno, y Mi Gracia omnipotente os hace avanzar, paso a paso, hacia el perfecto cumplimiento de Mi santa Voluntad para cada uno.
Haceis bien de pedir Luz, porque vuestros pecados os nublan el entendimiento, con gran frecuencia.
Solo alguien que haya padecido mucho por amor a Mi, es el que puede comprender cómo trabajo en todos y cada uno de vosotros.
No estoy quieto, porque soy Redentor. Y redimo sin estar sujeto a tiempo ni lugar, en un eterno presente.
Verdadero médico de almas, curo y sano, limpio y dreno, opero y extirpo todo mal, para sanear el cuerpo y permitir que con Mi Medicina divina vaya sanando, y recuperando su unidad primigenia.
Es una labor constante, que lleva toda una vida mortal, la que Yo mismo defino para cada uno de vosotros.
No os dejo nunca. Más Mi labor es callada, invisible, intangible, aunque en ocasiones os de toques divinos que reverberan hasta el cuerpo, en cierta medida.
Siempre que convenga, os daré pequeños regalos que consuelan vuestras almas y os hacen sentir que verdaderamente Yo Soy, y estoy aquí, con todos los que me aman.
Medítalo, saboréalo y hazlo vida de tu vida,
Alma de tu alma,
Corazón de tu pequeño corazón.
Mi Acción en cada uno se ciñe a lo que cada uno precisa más, para avanzar por el camino interior de santidad.
Mi santo Espíritu penetra hasta el tuétano de cada alma con el fin de bendecirla y ayudarla a desarrollarse como miembro de la Iglesia, verdadero Cuerpo místico Mío.
La lucha contra el pecado se libra en el corazón de cada uno, y Mi Gracia omnipotente os hace avanzar, paso a paso, hacia el perfecto cumplimiento de Mi santa Voluntad para cada uno.
Haceis bien de pedir Luz, porque vuestros pecados os nublan el entendimiento, con gran frecuencia.
Solo alguien que haya padecido mucho por amor a Mi, es el que puede comprender cómo trabajo en todos y cada uno de vosotros.
No estoy quieto, porque soy Redentor. Y redimo sin estar sujeto a tiempo ni lugar, en un eterno presente.
Verdadero médico de almas, curo y sano, limpio y dreno, opero y extirpo todo mal, para sanear el cuerpo y permitir que con Mi Medicina divina vaya sanando, y recuperando su unidad primigenia.
Es una labor constante, que lleva toda una vida mortal, la que Yo mismo defino para cada uno de vosotros.
No os dejo nunca. Más Mi labor es callada, invisible, intangible, aunque en ocasiones os de toques divinos que reverberan hasta el cuerpo, en cierta medida.
Siempre que convenga, os daré pequeños regalos que consuelan vuestras almas y os hacen sentir que verdaderamente Yo Soy, y estoy aquí, con todos los que me aman.
Medítalo, saboréalo y hazlo vida de tu vida,
Alma de tu alma,
Corazón de tu pequeño corazón.
Somos UNO
ut UNUM sint
ut UNUM sint
Hermosísimo para meditar, amiga. "Hacéis bien de pedir Luz, porque vuestros pecados os nublan el entendimiento, con gran frecuencia." cierto, necesitamos Luz de Yo Soy para no separarnos de su Cuerpo Místico, confesar bien bien bien toda mugre, y no quedar confundido cuando nos expulsen de las "sinagogas" y nos veamos en el desierto. Luz. Abrazos fraternos.
ResponderEliminarEn cierto modo ya estamos en el desierto, ó quizás acercándonos a él, acostumbrándonos, poco a poco, y como todo es para Bien, alegrémonos, porque Jesús cuida a sus ovejas, las que Le conocen y siguen. Y las cuida y lleva a buenos pastos. Suyos somos y queremos seguir siendo, más allá de la muerte corporal.
ResponderEliminarBendito sea por siempre Nuestro Señor Jesucristo y nuestra Madre Inmaculada, Corredentora con Él.
Abrazos fraternos