(Jesús, hablando a los fariseos de su época) :
« Las obras que Yo hago en nombre de mi
Padre, ésas dan testimonio de Mi. Pero vosotros no creéis, porque no
sois de Mis ovejas.
Mis ovejas escuchan Mi voz,
y Yo las conozco,
y
ellas Me siguen,
y Yo les doy la vida eterna;
no perecerán para siempre,
y nadie las arrebatará de Mi mano.
Lo que Mi Padre me ha dado,
es más
que todas las cosas,
y nadie puede arrebatar nada de la mano de Mi
Padre.
Yo y el Padre somos Uno ».
No cree en Jesús, el que no quiere creer.
No es que no puedan, es que no quieren.
Y Jesucristo no obliga, porque Él mismo nos dio el libre albedrío, para que libremente le amásemos, por ser Quien es. Creador y Redentor de los pecadores.
Jesús es UNO con el Padre, por el Amor. Un solo Dios en 3 personas divinas.
Esa vida intratrinitaria es la que se comunica a las ovejas, por la Fe en Jesucristo.
Los divinos 3 hacen de ti su templo vivo y así eres incorporado a la vida intratrinitaria, formando con todos tus hermanos cristianos un solo cuerpo místico, espiritual y verdadero. Cuerpo de Cristo, alimentado por la santa comunión, la santa confesión y todos los demás Sacramentos según convenga en cada caso.
Por ello, somos UNO en Cristo, con el Padre, Origen de todo, en el Espíritu Santo, que es vida divina que perdona, purifica, santifica y deifica al hombre creyente, haciéndole partícipe, en la medida que Dios mismo disponga para cada uno, de esa vida eterna, vida en Dios, que aquí abajo ya comienza, en Fe y Confianza en el Señor.
Con y por María Inmaculada, se podría decir: la única llave de la puerta, que la abre, y posibilita, por Voluntad Divina, que entremos en el cielo.
Tota tua ego sum, oh Virgo Maria, et omnia mea tua sunt.
Accipio te in mea omnia. Praebe mihi cor tuum, Maria! Ut Unum sint. Sí amiga, Ella es la que permitirá que todos los rebaños que quieran pues bien lo haces ver sean Uno, y siga a su Único Pastor. Abrazos fraternos.
ResponderEliminarAsí es, hechos a semejanza de Dios, es decir, con voluntad y libre albedrío. No, no se obligará a nadie a entrar a través de la Puerta del Cielo, ni se obligará a nadie a acogerse al regazo maternal de nuestra Madre, la Reina del Cielo. Luego dirán que adónde está Dios; lo dirán entre las calamidades, y no caerán en la cuenta en que echaron a Dios y a la Virgen María ellos mismos; les dieron portazo.
ResponderEliminarAbrazos fraternos.
Ut Unum sint, hermano, como el deseo más ferviente del Corazón de Cristo para todos sus discípulos. ¡Qué bonito lo que sigue en latín. He visto que San Juan Pablo II lo ponía al principio de sus escritos. ¡Qué hermosura! Lo voy a poner en mi blog, como lema. Gracias hermano y esclavo de Jesús en Maria. Un abrazote grande y siempre fraterno. :)
ResponderEliminarEsperemos que al darse cuenta de que ellos mismos dieron portazo al Altísimo, acudan de nuevo con suficiente ánimo y pidiendo perdón, de corazón. Confiemos.
Un abrazo, querido Peregrino de Jesús en María
:)
Ellas Me siguen,
ResponderEliminary Yo les doy la vida eterna...
En estas pocas Palabras, está dicho todo...
Contemplemos en el silencio de nuestra alma.
¡Gracias amiga !
Abrazos fraternos.!!
Así es, querida Marian. Contemplemosle cada dia, y no perdamos esa santa costumbre de estarnos con el Maestro, escuchándole y aprendiendo.
ResponderEliminarGracias a ti, abrazos fraternos, linda