Fui Yo quien rescató al ladrón bueno, él solo sufría la consecuencia de su mal obrar, más supo ver en Mí a su Señor, y por saberse indigno de Mí, solo se atrevió a pedirme que Me acordara de él cuando estuviera en Mi Reino.
En un momento de tanto sufrimiento, esa palabra fue un gran consuelo para Mi alma sufriente, y por eso le prometí llevármelo Conmigo para siempre.
¿No ves cómo es Mi Corazón?
La misma Palabra divina que creó al hombre es la que lo redime de la muerte y el apartamiento de Dios
Palabra divina
Palabra divina, Persona divina, encarnada en las inmaculadas entrañas de la Virgen María.
Palabra divina, Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, rechazado y asesinado por los hombres, incitados por el maligno, la serpiente antigua, Satanás.
Palabra divina, Jesucristo, muere en cruz con gran tormento y al tercer día resucita a una nueva vida que es eterna y plena.
Nuestra propia resurrección a esa misma Vida tan solo depende de nuestra entrega de amor auténtico al Señor que nos rescata.
¿No quieres morir? Cree en Jesucristo, conócele en los santos Evangelios canónicos, y en la doctrina bimilenaria de la Iglesia católica, Su Esposa terrena que está destinada a ser Esposa hermosa, sin falta, llena de Espíritu Santo y del todo entregada a Cristo, para siempre.
La misma Palabra divina que creó al hombre es la que lo redime de la muerte y el apartamiento de Dios.
