Visitación

 

 ¡Bendita Virgen María, que por amor compasivo visitaste a tu prima y la ayudaste durante los últimos meses de su embarazo, auxiliándola también durante el parto, estando tú recién embarazada por la acción divina del Santo Espíritu de Dios, visítanos de nuevo, Madre misericordiosa, en este trance doloroso de la gran apostasía fuera y también dentro de la Iglesia esposa de tu amadísimo Hijo, Jesucristo!

¡Visítanos de nuevo, Madre compasiva, para que logremos mantenernos a flote en esta tormenta colosal desatada por el enemigo!

¡A ti nos encomendamos, consagramos y ofrecemos para poder estar siempre contigo, y seguir en todo tus consejos maternales que siempre nos conducen hacia el Corazón Sacratísimo de tu amado Hijo, nuestro único Redentor!

Totus tuus ego sum et omnia mea tua sunt.

 

 

¡Santísima Trinidad, único Dios verdadero, Padre, Hijo y Espíritu Santo de Amor divino!

Sois nuestra bendita meta vital.

Para veros, amaros y adoraros vivimos, sufrimos, nos alegramos y moriremos.

Para conoceros a los 3 hasta donde queráis, caminamos por este valle de lágrimas,

con la Esperanza y la Confianza siempre puesta en Ti, Uno y Trino, con Mamá María que nos guía

por caminos buenos y santos.

¡Oh Dios santo, hacia Ti nos dirigimos! ¡Sostén nuestro pobre caminar y condúcenos siempre por 

Vuestra Bendita Senda, amén!

Veni Creator Spiritus

 

Veni Creator Spiritus,
Mentes tuorum visita,
Imple superna gratia,
Quae tu creasti, pectora.

Qui diceris Paraclitus,
Altissimi donum Dei,
Fons vivus, ignis, caritas,
Et spiritalis unctio.

Tu septiformis munere,
Digitus Paternae dexterae,
Tu rite promissum Patris,
Sermone ditans guttura.

Accende lumen sensibus,
Infunde amorem cordibus,
Infirma nostri corporis,
Virtute firmans perpeti.

Hostem repellas longius,
Pacemque dones protinus;
Ductore sic te praevio,
Vitemus omne noxium.

Per te sciamus da Patrem
Noscamus atque Filium;
Teque utriusque Spiritum
Credamus omni tempore.

Deo Patri sit gloria,
Et Filio, qui a mortuis
Surrexit, ac Paraclito
In saecula saeculorum. Amen.

Venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados, que Yo os aliviaré

Amados, Yo me acerqué a los pecadores con amor misericordioso, y pasé el tiempo de mi vida pública curando a los enfermos y enseñando el camino del Bien y la Verdad. 

Soy Dios y hombre verdadero, y no rechazo a nadie que venga a Mí con deseo de escucharme y aprender.

 

Acto de reparación y adoración a Jesús Sacramentado

Buscadores de Dios

 

 

No busquéis amparo en ningún pecador, pues la muerte y el dolor podrán con él...

No busquéis auxilio en ningún pecador, pues no rige siquiera los imprevistos de su propia vida ...

Solo en el Señor hallaremos refugio seguro, Amor constante, y auténtica Omnipotencia,

aquella que anhelamos como escudo seguro contra todo mal.

¿Cómo lograré hacerme amigo del Altísimo, de tal forma que verdaderamente me haga UNO Consigo?

Pues frecuentándole, estándote con Él, al menos un rato cada dia, sino dos ratos, ó tres, ó más...

¿No desean estar juntos los que se aman?

Concédenos llegar a ese bendito estado, Señor, en el que seas nuestro Todo en todo.

Así no endiosaremos a ningún pecador.

Porque así Dios ocupará Su Lugar, ese al que tiene Derecho Divino, en nuestros corazones, en nuestras vidas.

Para siempre.

Que así sea.

  

 

Déjame el Juicio a Mi.

 Mírame más.

Escúchame mejor, estate más pendiente de Mi que de ti. 

y date cuenta de Mi Omnipotencia. 

Sigo siendo Palabra del Padre creadora.

 

13 de mayo 2021

Oracion y penitencia

 

 

amada alma, ten ánimo para ti y para todos, confiad en Mi Amor y Providencia, no os dejaré abandonados nunca. Yo cuido a los míos, siempre, porque os amo infinitamente.

«Yo soy el pan vivo bajado del cielo.
El que coma de este pan vivirá eternamente,
y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo».

 

 

«Os aseguro
que si no coméis la carne del Hijo del hombre
y no bebéis su sangre,
no tendréis Vida en vosotros.

El que come mi carne y bebe mi sangre
tiene Vida eterna,
y yo lo resucitaré en el último día.

Porque mi carne es verdadera comida
y mi sangre, verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre
permanece en mí
y yo en él.

Así como yo,
que he sido enviado por el Padre que tiene Vida,
vivo por el Padre,
de la misma manera, el que me come
vivirá por mí.»

  

Del Evangelio según San Juan, 6, 51-58

 

 

 ¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar y la Virgen concebida sin pecado original!

 

Dicen algunos que todo el mundo puede recibir la santa comunión, aunque no crean en Ti, Señor....

Recuerdo que San Pablo dijo que el que reciba el Cuerpo y la Sangre del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y la Sangre del Señor.

Estas palabras del santo apóstol deberían hacernos reflexionar.

Para poder comulgar dignamente, primero hay que conocer la palabra y vida de Jesucristo, luego viene la propia y libre adhesión a Su Persona Divina, a lo que sigue un sincero arrepentimiento de los pecados cometidos a lo largo de toda la vida, al que sigue una recta confesión de los mismos ante el sacerdote católico, el cual si ve en nosotros las disposiciones adecuadas, nos perdonará en Nombre del Señor.

Habremos de cumplir con la penitencia que el confesor nos diere y solo entonces podemos comulgar.

Hacerlo en pecado mortal, sin arrepentimiento, sin Fe es un sacrilegio contra la verdadera Presencia de Jesucristo en el pan y el vino consagrados. Porque ya no son pan ni vino, sino que son verdaderamente el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad del Señor, osea Él al completo.

Esta es la Fe católica mantenida durante más de 2000 años y que ahora unos cuantos quieren echar por tierra...

NO

Si no coméis Mi Cuerpo y bebéis Mi Sangre, NO TENEIS VIDA EN VOSOTROS.

Y si lo hacéis sin Fe y sin verdadera contrición, es una ofensa directa a la santidad del Señor.

Y se os pedirá cuentas de esta ofensa.