domingo, 28 de abril de 2024

Los que creemos en Jesucristo y le amamos somos UNO en Él

" ...

Más a cuantos Le recibieron

les dió el poder de venir a ser hijos de Dios;

a aquellos que creen en Su Nombre,

que no de la sangre ni de la voluntad carnal,

ni de la voluntad de varón,

sino de Dios son nacidos."

                                                                                (Prólogo de San Juan, 1, 12-13)

 

Esta realidad de un nacimiento espiritual en Cristo Jesús es algo impactante para la vida de un mortal.

En la tierra nacemos, vivimos y morimos. Ese es el periplo vital del hombre sobre la tierra.

Con la encarnación de la segunda Persona de la Santísima Trinidad, y gracias a su vida, sufrimientos, muerte en cruz y Resurrección, se nos abre una nueva posibilidad vital:

Un nuevo nacimiento no carnal, sino espiritual:    Creer en Jesucristo y procurar vivir según Sus Enseñanzas nos procura la Presencia constante del Espíritu Santo en nuestro interior más íntimo.

Y con Su Presencia, Su Acción vivificante del alma que influye hasta el cuerpo del creyente.

Es un nacimiento auténtico en Dios, por Cristo.

El que nace procede de un padre y una madre en este mundo que pasa. En el mundo espiritual nacemos de Dios por Cristo, y en Él y con Él somos hechos verdaderos hijos de Dios.

Se nos abre un universo sin fin de posibilidades, no para hacer nuestra voluntad, sino siempre la Voluntad sabia y santa de nuestro amado Abba. A imagen del Señor que solo vivía para cumplir la Voluntad divina y santísima de su amada Papá.

Meditemos esta realidad y tengamos Fe, Esperanza y Amor divino para nuestras vidas y para Bien de todo el Cuerpo místico de Cristo, Esposa tan amada del Verbo encarnado.

Y siempre con, por y en María inmaculada, nuestra Mamá y Señora.