sábado, 18 de abril de 2020

Esperando al Amado






La paciencia todo lo alcanza,
si tu caminas en confianza,
amando a Aquel que embelesa
a toda una santa como Teresa.


Heme aquí, oh Padre Bueno,
hoy te ofrezco mi vida entera,
porque deseo fervientemente
poder morar siempre a tu vera.

Tu Voluntad es mi bandera,
por la que todo hoy te entrego,
pues no hay meta más certera
que al hombre lleve por Tu Sendero.

Heme aquí, Oh Padre Bueno,
que hiciste todo en un momento,
ante Ti: mis pobres armas,
que son miseria y polvo negro,
para que Tú, Origen cierto,
hagas de mí un hijo nuevo,
que a imagen de Tu hermoso Verbo,
yo te obedezca en gozo y duelo.

Tú siempre eres la Razón,
y yo me inclino cual vasallo
porque otro Dueño yo no hallo,
Tú, mi Sagrado Corazón.






6 comentarios:

  1. Qué hermoso canto de amor, obedecer. "Busca el Corazón de Dios, que ése es insondable; húndete en Él y no mires y busques otra cosa" decía el Santo de La Trapa. Abrazos Fraternos.

    ResponderEliminar
  2. ¿Quién era este santo de la Trapa que mencionas?
    ¿San Rafael Arnaiz?
    El Corazón de Cristo, de Dios; nuestra vida sin fin.
    Abrazos fraternos y agradecidos

    ResponderEliminar
  3. "Tu Voluntad es mi bandera,
    por la que todo hoy te entrego,
    pues no hay meta más certera
    que al hombre lleve por Tu Sendero."

    Estás convirtiendo tu página en un hermosísimo inciensario que sube hasta el Cielo.
    Abrazos fraternos, hermana.

    ResponderEliminar
  4. Sí, san Rafael Arnaiz. Esperar con copioso aceite, serenos, en paz y Bien. Es el Señor Jesús el Dueño, Juez y Rey del tiempo.Abrazos fraternos.

    ResponderEliminar
  5. Gracias hermanos, un abrazo fraterno a ambos.
    Dios os guarde.

    ResponderEliminar