miércoles, 3 de junio de 2020

Vaciedad y Plenitud



Me cansan soberanamente los políticos y los eclesiásticos que actúan como tales ...

Son voces vacías, trompetas con disonancias que hoy suenan y mañana también, pero cuyo sonido se desvanece ante la realidad de los cementerios. Ese silencio que también a ellos les sobrevendrá algún día.

Todo es vanidad, decía el Eclesiastés, y así es, lo podemos comprobar a cada paso. Ponte a observar el mundo, las noticias en la tele ó en un periódico, y verás que todo es prescindible. Todo.

¿Qué permanece entonces en este mundo?
¿El odio que siempre se hace presente?
¿El amor que se confunde con los instintos?

Nada permanece, todo pasa, los grandes y los pequeños somos hoy, y mañana dejamos de ser.

Ante este panorama de temporalidad, cómo ansía el corazón humano algo que sobreviva a todo, que permanezca para siempre:


" Os aseguro que el que cree en Mi, tiene Vida eterna.
Yo soy el pan de Vida.
Vuestros padres, en el desierto, comieron el maná y murieron.
Pero este es el Pan que desciende del cielo,
para que aquel que lo coma no muera.


Yo soy el Pan vivo bajado del cielo.
El que coma de este pan vivirá eternamente,
y el pan que yo daré
es mi carne para la Vida del mundo. "


Solo Tú, Señor Jesús, das Respuesta a los anhelos del corazón humano. Solo Tú.



3 comentarios:

  1. Y lo que escribimos, hablamos, pensamos y oímos pero en San Mateo dice Jesús: " El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán ". Pan de Vida, pan Vivo de Vida eterna en la que pasar amando siempre seguros con la Santísima Trinidad Yo Soy. Abrazos fraternos.

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  2. De algún modo me ha recordado a la carta a Diogneto lo que dices en tu texto. Estoy muy de acuerdo con lo que expones y remacha la Palabra de Dios, fuente de agua viva.
    A mi se me han quitado así de golpe los ímpetus que todavía me quedaban de elaborar críticas a la vaciedad política que nos rodea, y aquí incluyo también a la política vaticana, que lamentablemente, hoy al menos, es eso: política al servicio de intereses bastante oscuros. Además, regodearse en ese vacío equivale a perder la paz. Nos toca perseverar en nuestro camino de fe, truene lo que truene y caiga lo que caiga pues ya sabemos que este vacío de la apostasía final debía darse en el tiempo.
    Abrazos fraternos.

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  3. Mis Palabras no pasarán... ¡Qué palabras tan deliciosas para el alma que ansía lo eterno, lo Bueno que permanece para siempre!
    Seguros en Dios, con Dios, con María, con todos los habitantes del cielo que una vez pasaron por la tierra y fueron acogidos por el Altísimo en su eterna celebración gozosa!
    Nos dirán que vivimos en las nubes...¡pero si Él volverá sobre ellas! ¡Cómo no vamos a querer estar ahí!
    Abrazos fraternos

    Estoy de acuerdo contigo, Peregrino, del todo. Se me quitan las ganas de hacer una crítica constructiva, que no serviría para mucho, porque los que debieran mejorar, no quieren hacerlo.
    No perderemos la Paz de Cristo, si cada dia, cada mañana, antes que nada, nos estamos con el Señor un buen rato, intentando escucharle interiormente y dejarnos llenar de esa Su Paz, la que nadie más puede darnos. Y una vez confirmados en la fe, démonos a todos, para que Él en ti y en mi comunique su Paz y sus gracias a todos.

    Abrazos fraternos

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