Querida Mamá María,
desde mi gran pequeñez, con gran deseo de secundarte me uno a todos aquellos corazones de tus hijos que con todo amor se unen para consagrarte, con la fuerza de sus deseos sinceros, Rusia a tu Inmaculado Corazón, como pediste en tus apariciones en Fátima.
Somos tus pequeños, y somos muchos, tú lo sabes mejor que nadie.
No tenemos autoridad apostólica como tampoco la tienen ya aquellos que ni creen en tu amado Hijo ni le aman, pero somos parte de la Iglesia Santa, Esposa amadísima de Jesucristo, y por serlo, queremos obedecerte y realizar aquel acto que tan intensamente nos pides.
Confiando en tu bondad y en la infinita Omnipotencia del Sagrado Corazón de Jesús, a tus pies nos rendimos esperanzados, confiando en que nuestro pequeño amor y acto de obediencia nos alcance a todos la deseada Bendición en estos tiempos de tribulación.
Somos tuyos, María Inmaculada, y todo lo nuestro es tuyo, ahora y en la eternidad, amén.
Amén.
ResponderEliminarUno mi blog a esta bella oración de consagración conforme a los deseos de Mamá.
Abrazos fraternos
Razones humanas, respetos bobos, ninguno lo ha hecho... y los errores han llegado a la pajarera cabeza del desobediente papa actual.
ResponderEliminarAbrazos fraternos.