domingo, 18 de agosto de 2019

" He venido a traer división a la tierra "

Y es así, porque el Señor sabe que muchos no querrán aceptarle.

En las mismas familias, cuando un miembro de ellas se convierte a Jesucristo, ese mismo hecho provocará la división en el seno de la familia, ya que los demás componentes no querrán, al menos inicialmente, sumarse porque sí al cambio ocurrido en el converso.

Y es que vivimos en franca batalla, de orden espiritual, pero no por ello menos dura.

También es cierto que la gracia recibida por un alma que se decide por la santidad, es una fuerza inmensa dentro del seno de una familia. No será la primera vez que el cambio comienza por una persona, y al cabo de los años, toda la familia reconoce el bien que les ha sido dado.

Sin embargo no nos extrañe la lucha que se genera, es de esperar, porque el discípulo no es más que su Maestro, ya sabemos. Con su gracia, podemos.




4 comentarios:

  1. Arda en nosotros todo lo que no sea agradable al Señor para que ilumine nuestros corazones por Amor a Jesús! Gran guerra en la familia, sí, grande. Abrazos fraternos.

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    1. Amén, que así sea. El Espíritu Santo nos conduzca progresivamente hacia la santidad, para mayor Gloria Suya.
      Abrazos fraternos

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  2. Muy buena reflexión. Hermanita, si blog me recuerda el blog de otra hermana...es extraño porque ya no aparece...

    Gracias. Oremos!

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    1. Hola Eugenie, gracias por su amable visita, los cristianos somos hermanos, hijos de un mismo Padre, por eso nos parecemos tanto :)
      Gracias, unidas en el Amor de Cristo

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