" Entrad por la puerta estrecha."
Vamos a ver qué nos pide Dios en Jesucristo:
" Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo "
Suena bien, ¿no?
¿Qué supone?
Dado que no se ama lo que no se conoce, lo primero es querer conocer a Dios. Al Dios revelado por Jesucristo. Toda su doctrina divina quedó fielmente reflejada en los 4 santos Evangelios canónicos.
Pues ala, a leer con tranquilidad, sin prisas, con deseos de aprender a conocer al único Dios verdadero.
Luego, darnos cuenta, que esa maravillosa doctrina de Jesucristo ha sido custodiada durante más de 2000 años por su Iglesia, la católica, que existe desde que el Señor la fundó sobre la fe y la persona de Pedro.
Todos los abundantísimos escritos de los santos padres nos lo demuestran, las vidas de los mismos santos y mártires de la fe nos edifican, el magisterio bimilenario nos confirma en la misma fe.
De este primer e imprescindible Mandamiento de amor a Dios surge el segundo: amar a mi prójimo como a mí mismo. Y Jesús aún lo mejoró mandándonos lo siguiente: " Os doy un Mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como Yo os he amado."
Uf, madre mia, anda que no me queda trecho por caminar....
Pero no te desanimes, sigue avanzando, sigue subiendo los peldaños que el Señor te proponga, porque nada pide, para lo cual primero no te haya capacitado.
Sigamos avanzando nuestro camino particular de fe en Jesucristo, viviéndolo en la comunidad eclesial que cada uno tenga, procurando aprender a amar, cada dia un poco mejor, a la manera radical y total como Cristo mismo nos ama. Dio su vida, entre grandes tormentos. Pues cada uno coja su cruz, y avance con la Gracia que a nadie falta.
¿Dónde está la estrechez de la puerta? En todo aquello de lo que debo prescindir para poder amar a Dios y al prójimo como Jesucristo lo hizo. Meta altísima, más con la ayuda de su Gracia, posible.
Magnífica entrada para reflexionar . Y los que nos pide Jesucristo tras la redención en Dios: Amar al prójimo como Él nos ha amado. Hasta el extremo por la Gracia que nos alcanzó su Redención Gloriosa.... "más con la ayuda de su Gracia, posible. ¡Gloria a Dios Salvador! Abrazos fraternos.
ResponderEliminarGracias, hermano, por tus amables comentarios. Dios no manda solo sino que primero nos da la Gracia y luego nos pide ponerla en práctica. Pero eso tú ya lo sabes, de sobra.
EliminarAbrazos fraternos
¡Hola Neila!
ResponderEliminar¡ejem la puerta estrecha! No sé yo, no sé si voy a pasar con mis kilos ;)
:))
Jesús nos muestra a veces son sus parábolas que no es fácil entrar en el Reino de los Cielos, pero por otra parte luego en un momento uno si es lo que Dios quiere, no sólo entra por la puerta grande si no que se salta todas la barreras y muros. Lo vemos en muchos de los evangelios. También lo vemos cuando está en la Cruz junto a los ladrones. Otro ejemplo es la Magdalena.
Tu haces otra interpretación. Me gusta.
¿Dónde está la estrechez de la puerta? En todo aquello de lo que debo prescindir para poder amar a Dios y al prójimo como Jesucristo lo hizo. Meta altísima, más con la ayuda de su Gracia, posible.
Hola Margalida, gracias por tu amable visita. Estoy de acuerdo contigo en que la Buena Nueva contiene un equilibrio perfecto de fuerzas, que solo logramos hacer vida si contamos con la ayuda del mismo Señor, su Gracia que nos capacita más allá de lo que jamás hubiéramos podido siquiera soñar.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte ;o)