Amada alma, sé porque lloras, Yo mismo lloré la pérdida de tantos ...
Vuestro dolor también importa y por ello pienso atender vuestras oraciones, y darle a esa alma la gracia precisa que necesita para volver a Mi.
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Vuestro dolor también importa y por ello pienso atender vuestras oraciones, y darle a esa alma la gracia precisa que necesita para volver a Mi.
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Mi Amor surge de lo más hondo de Mi propio Ser y es lo más genuíno en Mi.
Por ese Amor del todo divino y desde Mi encarnación también humano, lo hice todo. Todo fue hecho con Amor y por Amor.
Calibrad el daño causado por vuestro pecado, que os hace percibirme como distante, alejado e indiferente para con lo que os ocurre.
Calibrad la maldad de vuestros pecados que os llevan a vivir vuestras vidas mortales prescindiendo totalmente de Mi, que soy Creador y Redentor.
Calibrad el Dolor inconmensurable que sentí durante Mi Pasión, por verme ignorado, olvidado, despreciado por Mis propias criaturas, aquellas a las que llamo a ser hermanos Míos e hijos de Dios, como Yo.
Calibrad el abismo insondable que existe entre el Bien y el mal que os asola...
A la mayoría de vosotros tan solo el sufrimiento os hace acordaros de Mi, de pedirme auxilio, y es entonces, cuando Me abris una rendija del alma, cuando suavemente procuro dar respuesta a lo que más precisais para alcanzar Mi Redención.
Dios actúa ahora y siempre. En cada alma. Mi Padre trabaja y Yo también.
Tened Fe en Mi. abandonad toda angustia en Mi Corazón, horno de Amor divino en el que sois purificados, santificados, deificados a Mi imagen y semejanza.
Tened Paz y abandonad todo cuidado en Mi, como lo haría alguien que nada puede, absolutamente nada.
Os bendigo.
Somos UNO
Ut Unum sint.
¡No podemos nada con nuestras fuerzas, qué cierto! Últimamente, cuando rezo a Santa María, a nuestra Madre del cielo, sólo le pido que nos cubra con su manto y nos tenga a buen recaudo en su regazo maternal. Que acerce nuestras plegarias a Su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
ResponderEliminarAbrazos fraternos.
Dios llora, por la pérdida de tantos...¿lloramos nosotros? desde lo más hondo agradezco al Señor mi conversión y regreso de una vida malvada de pecado y muerte al seno de la Santa Madre Iglesia, al Senderico, al Camino, a la Luz. Nada sin Él. Nada. Abrazos fraternos.
ResponderEliminarsí, Peregrino, refugiémonos bajo el manto Inmaculado de nuestra Mamá María, ¡la necesitamos tanto! Estamos bajo un asedio recio del infierno, y creo que va a más. Pero Ella sabrá mantenernos a salvo, si le somos dóciles. ¡Totus tuus!
ResponderEliminarSagrado Corazón de Jesús, en Tí confío.
Gracias, abrazos fraternos
Me uno a tu acción de gracias por haberme sacado del hoyo negro a mi también, ese que quería acabar con nosotros, la antigua maldición que prende tan fácilmente y solo la Gracia abundante de Cristo logra vencer.
Aprendamos de nuestras maldades y errores, y hagámonos muy pequeños, tanto, que Jesús y María no puedan quitarnos la vista de encima ;o)
Abrazos fraternos