Eso nos dice la Sagrada Escritura.
Para el santo de Dios, que con la gracia de Jesucristo ya no solo logra no pecar mortalmente sino incluso venialmente, sinembargo comete hasta 7 faltas diarias.
Y nosotros, pecadores, diremos que eso no es nada...
Más para el santo, que es amigo fuerte de Jesucristo, del Uno y Trino que le habita, cada falta es lamentada con inmenso dolor, cual si fuera un pecado mortal que lastima el Amor Divino y le aparta de la ansiada Presencia y Acción divinas en su pobre corazón.
Lo vemos en las vidas de los santos que durante más de 2000 años han amado y sufrido por Amor a Jesucristo, nuestro Dios y Señor.
Imitemos, con la gracia del Señor y el auxilio de Santa María, esa entrega de Amor de los santos, para que logremos alcanzar esa bienaventuranza de santidad, aún en esta vida mortal, y después, en la Vida eterna, junto a Dios.
Te piden un vaso de agua, le traes un vaso de agua... parece todo justo y bien. Pero al conocer más quién te pide agua, sabes que le gusta con hielos no del tiempo,medio vaso lleno y no rebosando que se sale al menor movimiento, en vaso de cristal y no de plástico, sobre un posa vasos y no sobre el mantel, etc etc etc... a medida que nos vamos enamorando, esos pequeños detalles en los que fallamos vamos corrigiendo y cada vez que nos piden agua, lo hacemos en agrado sumo de nuestro sediento huésped. Hemos de darnos como Él quiere bebernos aquí, en el monte de los enamorados.
ResponderEliminarAbrazos fraternos.
Y nosotros, pobres pecadores, setenta veces siete. Y aún así Nos Ama y ha dado su Vida por nosotros. ¡No permitas, oh Dios, que aparte de ti la mirada! Abrazos fraternos.
ResponderEliminar¡Amén, hermano!
ResponderEliminarAbrazos fraternos!
¡No lo permitas, Buen Señor Jesús!
Abrazos fraternos
He intentado responder con la opción de respuesta, pero no funciona. En fin.