y destrona a los poderosos,
bendice a los hambrientos,
y despide a los ricos, sin nada.
Lo sigue haciendo, aún en esta época nuestra, maldita:
Christus vincit
Christus regnat
Christus imperat
Nunc et semper
Totus tuus ego sum, oh Maria, et omnia mea tua sunt!
Cor Iesu Sacratissimum adveniat regnum tuum!
Amén.
ResponderEliminarJesús es Señor de la Historia, Él sabe que todo sucede para nuestro bien y los proyectos de Soberbio caerán pronto, pero antes viene una necesaria purificación. Este mundo se desmadra. Recemos en vísperas el Magníficat...¡Christus imperat!
Abrazos fraternos.
Suscribo el comentario de 김. Abrazos fraternos.
ResponderEliminaryo también lo suscribo. Unidos en el Amor infinito de Cristo y María somos todos UNO, Esposa amadísima del divino Esposo, que ora y espera su pronto Retorno. Purificación, oh sí, dejémonos purificar individual y colectivamente, que es siempre para Bien de todos. Fiat, Señor.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno a los dos