¡Oh, Señor, envía tu Santo Espíritu de Amor, Verdad y Luz divina a la tierra de los pecadores, para que viendo la santidad de sus elegidos, muchos quieran aceptarte como Dios uno y trino, Dios de Amor divino y verdadero!
Ese Amor divino que reclama de todos nosotros arrepentimiento de nuestros pecados, conversión a Dios, y enmienda de pensamiento, palabra y obra.
¡Qué tus santos ángeles y arcángeles nos auxilien en esta hora tremenda de asedio infernal, tanto dentro como fuera de la Iglesia católica, amén.
¡Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha, sé
nuestro amparo contra la malignidad y las insidias del diablo!
¡Impérele
Dios, te pedimos suplicantes! Y tú, Príncipe de la celeste Milicia, con
divino Poder, lanza al infierno a satanás y a los demás espíritus
malignos que vagan por el mundo para perder las almas.
¡Glorioso
Arcángel San Miguel protege a España y a su Iglesia, defiende al Papa
Benedicto XVI para que pronto podamos ver el triunfo del Inmaculado
Corazón de María! Amén.
Debemos ser fuertes en el Señor, hermana. Dicen que la Iglesia ha pasado por momentos malos o muy malos a lo largo de su historia bimilenaria; ponen de ejemplo el siglo IV con el arrianismo, pero ni de lejos es parecido. Jamás como ahora Satanás había señoreado dentro de los muros vaticanos, haciendo y deshaciendo en sintonía con sus conciliábulos masónicos esparcidos por todo el orbe. Recordemos Catecismo 675 y que Dios Nuestro Señor y la Santísima virgen María nos den fuerzas para perseverar en la Fe. Saludos fraternos.
ResponderEliminar¡Qué tus santos ángeles y arcángeles nos auxilien en esta hora tremenda de asedio infernal, tanto dentro como fuera de la Iglesia católica, amén, amén. Hay pedir mucho a San Miguel que defienda la Iglesia y orar por la conversión del Papamalo y sólo después de ello, para que confirme en la fe a sus hermanos. Abrazos fraternos.
ResponderEliminarGracias a los dos por vuestra amable visita y acertados comentarios. Solo la fuerza misma de Jesucristo puede sostenernos y lo hace siempre, porque por parte de Dios nunca faltará el auxilio preciso. ¡Qué bien engaña este hombre, vestido de blanco, y tan negro por dentro! Buen discípulo del padre de toda mentira.
ResponderEliminarPronto veremos claro.
Me uno a vuestras oraciones e intenciones a todas aquellas nacidas de un corazón que con honestidad y rectitud busca a Dios.
Abrazos fraternos