sábado, 30 de octubre de 2021

¿Por qué, Señor, en Adán y Eva, caímos en pecado tan fácilmente?

 


 Quédate, alma, con Mi Santo Remedio, 

Mi Rescate pagado con gran sufrimiento, 

Mi Morir y Mi Resucitar y Ascender a la derecha de Mi amadísimo Padre, 

desde donde vendré a juzgar a todos y a cada uno según sus obras, según su fe en Mí.


2 comentarios:

  1. No creo que fuera tan fácil. Estaban muy bien custodiados por sus ángeles y en Gracia. El Enemigo observó mucho tiempo, y tiempos, a esa graciosa pareja carne de sus carnes, dos almas unidas y en Unión con Dios, y supo atacar por Eva. Tentar por la palabra, confundir en la palabra y presentar su palabra como más bella que la Palabra. Presentar la hermosura del Hombre-Dios pero aplicado a quien no estaba destinado hizo prender el infernal fuego de la soberbia en ella y una vez esclavizada, hacerla tentadora de Adán que se precipitó en la lujuria. Desnudos, es decir, desgraciados, todo les daba miedo, hasta la presencia del Bien Supremo. Esconderse y preguntar Dios, . El Dios Encarnado, verdadero hombre, es el nuevo Adán que obedece hasta la muerte y trae el Santo Remedio por Su Sangre preciosa. Felix culpa! en Garabandal nos manda la Madre pensar en la pasión del Señor.
    Muerte, Resurrección y Ascensión del Juez de vivos y muertos, nuestro hermano Jesús, del que San Pablo nos recuerda y Santiago asevera; Obras y Fe.
    Abrazos fraternos.

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  2. Tarde te conoci oh Hermosura tan antigua... Pronto te perdí, debió pensar Adán, tras la caída...
    Abrazos fraternos

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