jueves, 7 de octubre de 2021

Pequeña reflexión

Analiza, bajo la Luz del Santo Espíritu de Dios, cual es la raíz mala que habita en tu interior que te condujo a aquel enfado sonoro que tuviste recientemente.

 

¿Fue el amor propio el que te empujó a decir aquellas palabras agresivas?

¿Fue tu soberbia la que te hizo menospreciar la acción de tu hermano?

 

Es muy conveniente pedir Luz al Espíritu Santo para que ilumine las escenas vividas con anterioridad,

para que logremos VER si nuestros actos fueron suscitados por Él ó acaso por alguna mala pasión.

Pasemos del amor propio al Amor de Dios enraizado profundamente en nuestro interior.

Pasemos de la soberbia intolerante a la humildad que VE a las personas y a uno mismo tal y como son,

sin ningún añadido sutil que indicara siquiera nuestra " supuesta superioridad " en nada.

Porque no se trata de compararse con los demás.

Se trata de compararse SIEMPRE con Jesucristo, cuya VIRTUD jamás nadie superó ni superará.

¿Quieres desafíos? Ahí tienes el más grande de todos. Ser como Él.


2 comentarios:

  1. Sí, hemos de controlar la Ira, porque saltamos muchas veces a la yugular del hermano con "tanta razón" como inconveniente pecadora actitud. Contra la Ira la Paciencia, con mansedumbre seamos pacientes ante los hermanos para que sea más sonoro nuestro silencio. Buff, a veces, cuánto me cuesta ejercer la paciencia bien, pierdo de vista la Pasión del Señor y aparece mi insufrible amor propio. Abrazos fraternos.

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  2. Una se considera una persona tranquila, pero no me pongas al volante, que se me disparan todas las iras...por eso, Señor haz mi corazón manso y humilde como el Tuyo, como el de Mamá María.
    Abrazos fraternos

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