domingo, 6 de octubre de 2019

Si tuvierais fe

« Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", y os obedecería."».
 
  Santo Evangelio según san Lucas 17, 5


 Me viene a la mente aquella otra Palabra del inicio del Santo Evangelio de San Juan:

" Al principio,  era la Palabra,

y la Palabra estaba con Dios, 

y la Palabra era Dios.

Ella estaba al principio con Dios. 

Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe."


Por lo tanto Jesucristo, que sabemos por él mismo que es Dios y hombre verdadero y la Iglesia nos enseña que es la segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Verbo ó la Palabra divina, puede sin dificultad alguna hacer lo que hoy nos enseña.


Si yo como cristiano que cree en Él, tengo toda mi fe puesta en Su Persona, que es divina y al mismo tiempo es verdaderamente hombre, puedo tomar de ese Su Poder de hacer milagros, si la situación y la Voluntad del Padre lo recomiendan.

Ah, pero, ¿tengo yo la fe tan grande como un grano de mostaza?

Más bien no, desgraciadamente. No conozco a nadie que al presente haga las "obras" del Padre, como el Señor llamaba a sus prodigios.

O creemos poco, ó mentimos mucho... 


Más, si Tú, Verbo encarnado, deseas que nosotros hagamos " las obras " del Padre, por Santa María y con Ella, te pedimos: ¡Danos esa gracia, Señor, si ha de ser para mayor Gloria Tuya, amén!

7 comentarios:

  1. No digo que nadie mienta cuando afirma que tiene Fe, los hay, por supuesto, pero me inclino a pensar que la mayoría de católicos fieles al Evangelio de Nuestro Señor, decimos la verdad cuando afirmamos tener Fe. Otra cosa es el hecho ciertísimo de que somos muy pequeños, mucho; tan pequeños que pdemos llamar Fe a lo que en realidad es un movimiento emocional, no de voluntad, huella de Dios en su creatura humana. La Fe, el saber que Dios nos escucha y está a nuestro lado en cualquier circunstancia; el saber (lo sintamos o no, que eso va por épocas) que Él nos lleva en brazos aunque nos sintamos solos en los momentos de desolación, esa Fe sólo la obtenemos mediante su Gracia, nos es dada por Su misericordia si la pedimos con un corazón contrito y humillado. Abrazo fraterno.

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  2. Cuando digo que mentimos mucho, me refiero al hecho de que cada vez que mentimos, aunque sea en algo de menor importancia, nuestra palabra pierde peso específico, lo que sale de nuestra boca es como el sonido de una trompeta mal afinada, ya que cada mentira nos distancia de la santidad que Dios espera de ti y de mi, y nos acerca al pecado.
    El tema iba de creer tanto como para trasladar montañas, en Nombre del Altísimo.
    Saludos cordiales

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  3. Por eso la lucha diaria contra el propio pecado, apoyados en la gracia de Dios, es la mejor garantía de caminar en santidad, o hacia la santidad que el Padre, en su infinita Misericordia, nos tiene destinada a cada uno. Para darle mayor Gloria, y por la salvación de las almas.

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  4. ¡Señor aumenta nuestra fe! Abrazos fraternos.

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  5. sí, Señor, aumenta nuestra pobre fe. Confiamos en Ti.
    Abrazos fraternos

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