"Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo."
(Santo Evangelio según san Juan 6, 50-51 )
Más claro, imposible. El Pan que Jesucristo nos da para que vivamos eternamente con Él, es Su Carne.
Y la Iglesia católica, de nuevo, tiene razón.
¿Cómo nos da ese a comer su carne? Esta misma pregunta se hacen los que ya no creen en Su santa Presencia real en la santa Hostia consagrada. Esos que por no creer se separaron de la Iglesia católica y se inventaron su propia iglesia.
Cuando comemos Su santísima Carne, bajo los velos de un trozo de pan, acogemos en nosotros Su eterna Salvación. Esa vida sin fin que el UNO y Trino nos ofrece en Cristo, por medio de la Inmaculada.
Señor, aquí estamos, con toda nuestra miseria, deseando no volver a pecar contra Ti nunca más. Danos Tu Pan para que lo logremos. Amén.
Sí, aquí estamos, cada vez menos tal vez o me lo parece, pero ahora más que nunca aliméntanos con Tu Pan de Vida. Abrazos fraternos.
ResponderEliminarSi, un cierto cansancio pretende apagarlo todo. Más el santo Espíritu que conforta acude en nuestro auxilio, día tras día, noche tras noche. ¡A Él la Gloria por los siglos de los siglos, amén!
ResponderEliminarAbrazos fraternos
¡Amén!
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