Imagina un escenario en el que paulatinamente todo es destruído.
Persevera en el amor, la fe y la esperanza puesta en Jesucristo, tu único Redentor
y junto a Él, siempre, santa María, nuestra Madre del cielo...
ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.
Amén. Esa destrucción es espiritual, Europa decadente necesita el resurgimiento de la fe y el pequeño rebaño fiel debe perseverar sin engaños. Cuidado de los pastores que envenenan a sus ovejas, cada vez son más y en cosas que hasta nosotros vemos que andan errados pero con h los muy burros jeje. Abrazos fraternos.
ResponderEliminarEsa destrucción espiritual abarca a todo el hombre, alma y cuerpo. Esa es nuestra particularidad, la de ser espíritus encarnados. Y nuestra desgracia la de tener un cuerpo mortal como consecuencia de la rebelión al Altísimo. Y sus tendencias malas...Más Su Gracia invisible, incorpórea nos redime y saca paulatinamente de la maldición primigenea.
ResponderEliminarEn Jesús hemos sido bendecidos grandemente, ahora y para siempre.