Madre solícita y buena, toda Ella orientada y ofrecida sin reserva a la divina Voluntad, obediente, fiel, impecable.
Enséñanos en tu escuela materna a vencer nuestras malas pasiones, superar nuestras malas constumbres e iniciar un camino certero en el valle frondoso de las virtudes cristianas, que tú siempre viviste con gran profundidad y sencillez.
Madre, no nos dejes en nuestra actual mediocridad, antes bien ayúdanos a avanzar apoyados en la gracia omnipotente de tu amado Hijo, superando obstáculos y asumiendo nuevo retos, para poder llegar al fin a la patria prometida, por pura gracia de Dios y tuya, amén.
Amén. Luchemos por no reservarnos nada pues todo ello aquí se pudre. Transparentes y sin reservas, la Escuela de María. Abrazos fraternos.
ResponderEliminares cierto, nada.
ResponderEliminarDios te bendiga.
Abrazos fraternos
Todo a María, que Ella se lo ofrece a Jesucristo y el Espíritu Santo fecunda nuestra alma si Mamá está en ella :)
ResponderEliminarAquí estamos en la novena del Carmen :)
Abrazos fraternos.
¡Ah, qué bien, eso de ir haciendo las Novenas de las fiestas marianas es una costumbre muy saludable!
ResponderEliminarAbrazos fraternos, Peregrino :)