La Virgen que está en la ermita,
Patrona de estos lugares,
¡Qué dulce que me miraba
Cuando llegaba en la tardes!
Flores del campo de niño,
Llevaba yo a sus altares.
Ramos azules y ramas
Cortados en los pinares.
¡Qué dulce me conversaba
Con sus ojos maternales!
La virgen que está en la ermita,
Madrina de mis cantares.
Fernando Luján
Que dulce y resfrescante me resulta tu
ResponderEliminarpost con nuestra S. Madre.¡Que consuelo para
nuestras vidas tenerla a Ella, en estos
momentos de turbulencia.!
La Virgen que está en la ermita,
Patrona de estos lugares,
¡Qué dulce que me miraba
Cuando llegaba en la tardes!
Abrazos fraternos.
Gracias!.
Pertenece a un libro de poesías a la Virgen, del cual iré poniendo alguna que otra poesía, ya que la poesía es el amor convertido en letras.
EliminarUn fuerte abrazo, Marian, en el Amor de Jesús y María
Me acabo de encontrar con un manantial de agua fresca y cristalina, cuanto poder tienen las palabras, me has recordado las veces que he llevado flores a nuestra bendita madre y me quedaba hablando con ella en la iglesia de mi pueblo. Cuánto la necesitamos en esta oscura noche que estamos viviendo.
ResponderEliminarUn abrazo de luz.
Y tanto, querida Ángeles, estémonos siempre con Ella, que buenos consejos nos da, y protege siempre bajo su manto inmaculado. Un fuerte abrazo en el Amor de Jesús y María
Eliminar¡Qué dulce que me miraba
ResponderEliminarCuando llegaba en la tardes!
Eso es, dejémonos mirar y mudar por Mamá. Abrazos fraternos.
Y tanto, querido hermano, dejémonos mirar y mudar según su Voluntad, que es la de Dios.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo en el Amor de Jesús y María