Mamá María, Reina mía, me alegro tanto de tu eterna Ventura y de saberte mi madre tan diligente, que siempre me cuida y vela por mí.
Sí, eras discípula perfecta del Señor, que ahora te hace Maestra del Amor, Espíritu santo y purificador, que por ti y contigo nos sana y redime.
En esta tu fiesta, que nadie te
puede negar, me rindo a tus plantas, y renuevo mi consagración:
Tota tua ego sum, et omnia mea
tua sunt, oh Virgo María.
La Bella. La Incomparable. La morada predilecta del Altísimo, en la que tuvo a bien morar durante 9 largos meses, manteniendo una relación de Amor, de Espíritu santo y puro contigo, que te marcó para siempre.
Eres bella como tú sola, y todo lo que tocas se transforma, apareciendo poco a poco tus virtudes maravillosas, en la medida que el alma te permita.
Oh Madre María, concédenos la gracia de vivir siempre en ti, bajo tu manto inmaculado, para recibir tus bienes y perder todo pecado.
Reina en mí, reina en la Iglesia de tu Hijo que es martirizada, asaltada, vilipendiada, lacerada y ha sido tomada por gentes sin Cristo.
Tú, con tu Hijo divino, con Dios Padre y Dios Espíritu Santo, con todos los santos y ángeles del cielo, con todas las alma del purgatorio, con todas las almas que en este mundo amamos a tu Hijo y procuramos obedecerle, somos Mayoría absoluta y tenemos la Omnipotencia del Altísimo.
¿Quién podrá nada contra nosotros?
Tú reinas con Él, y nosotros estamos llamados a reinar con vosotros, por la infinita Misericordia del Señor.
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo, por los siglos de los siglos, amén.
Amén
ResponderEliminarMagnífica entrada! El amor de nuestra Reina y Madre por Su Iglesia es motivo de muchas apariciones en el siglo pasado y este. El aviso se acerca. Abrazos fraternos.
Coincido con Kim sobre las evidencias del Aviso.
ResponderEliminarSobre nuestra Madre del Cielo, comentar que es un signo más de la belleza de nuestra fe (me lo comentabas en mi blog), es decir, de la grandiosidad de nuestra Fe: una criatura; una mujer nacida de mujer que es preservada del pecado original para ser Arca viva de la Alianza Nueva y Eterna; para ser el Sagrario Vivo en el cual Dios Hijo se hace hombre para redimirnos, con Su muerte y Resurrección, del pecado original y darnos así la Vida Eterna. Mujer que por eso mismo es la Puerta del Cielo y Estrella de nuestra mañana como navegantes y peregrinos. Mujer que es la nueva Eva, cerrando el círculo, pero una Eva que no sólo dice ¡No! a la serpiente antigua sino que le pisa la cabeza y es nuestro seguro refugio ante las asechanzas de Satanás.
¡BENDITA SEA POR SIEMPRE MARÍA SANTÍSIMA, MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA!
Abrazos fraternos.
Muchas apariciones de nuestra amada Mamá María, que nos advierte por dónde vienen los tiros. No le hicimos caso en la de Fátima, y mira ahora toda Europa y gran parte del mundo con la mente secuestrada por esa perversa ideología...
ResponderEliminarLo del aviso lo he oído nombrar, pero no sé a ciencia cierta en qué puede consistir algo, que está por venir.
Lo dejo en manos de Mamá y de Jesús, pongámonos bajo su Imperio, gozosa y obedientemente. Confiemos y no dejemos de orar por tantos...
Abrazos fraternos
Hay un bendito tratado sobre la figura necesaria de santa María. Recuerdo que cuando lo leía, logré ver algo así como el plan eterno de Dios en el que la Virgen es, desde siempre, pieza imprescindible.
Es elección y decisión de la santísima Trinidad que el Verbo se hiciera hombre en las entrañas inmaculadas de la nueva Eva. Como si con Ella y en Ella se fraguara el comienzo de una nueva estirpe, consagrada por la Encarnación del Verbo divino y segunda Persona de la divina Trinidad.
Una maravilla, un plan perfecto, infalible, en el que tan solo la mala elección de algunos los conduzca desgraciadamente afuera, en donde será el rechinar de dientes y el llanto sin fin.
¡Señora, presérvanos de todo mal, y condúcenos desde ahora por el único Camino, Verdad y Vida.
Abrazos fraternos