Creemos que María inmaculada, al término de su misión terrenal, fue asunta al cielo y ahora vive para siempre, junto a nuestro Señor Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Desde allí ejerce su labor de madre e intercesora ante su Hijo por todos nosotros que hemos sido hechos hijos de María por la Fe en Jesucristo.
Encomendémonos a Ella y con Ella al Sagrado Corazón de Jesucristo, cuyos latidos nos hablan de un Dios inmenso, omnipotente, que al mismo tiempo es Amor, Misericordia y Ternura para con los pequeños, los que sufren de alguna manera.
Por eso, Madre, renovamos hoy, de nuevo, nuestra consagración a tu Corazón inmaculado, de manera que nos cuentes entre aquellos a los que alimentas, guías y conduces, bendices y adornas con virtudes cristianas para el cielo.
Que podamos secundarte en todo cuanto desees de cada uno de nosotros. Que con Su Gracia se cumpla la divina y santa Voluntad del Uno y Trino, y así seamos felices con Él, para siempre, amén.
Sí, renovemos nuestros Totus tuus go sum, Maria!
ResponderEliminarTotus tuus ego sum
et omnia mea Tua sunt
Accipio Te in mea omnia
Praebe mihi cor Tuum, Maria.
Abrazos fraternos en esta gran Solemnidad de Mamá María secundando todo, todo, todo.
Amén, amén, amén, hermano. Ella te acompañe en todo momento y circunstancia, amén.
ResponderEliminarUt Unum sint.
Abrazos fraternos
¡Bendita sea por simpre nuestra Madre del Cielo!
ResponderEliminarAbrazos fraternos.
Bendita sea, hermano Peregrino. Bienvenido al mundo bloguero, de nuevo. Espero que habrás pasado unas buenas vacaciones de verano, aún dentro de las circunstancias actuales.
ResponderEliminarAbrazos fraternos