En las tinieblas de vuestro mundo actual enciendo Mis luceros que os indican el camino en medio de esta gran batalla contra Mi enemigo, que es también el vuestro.
Son pocos, más se irán multiplicando, como siempre, cual fermento que transforma la masa de la humanidad sometida a los dictados malvados de vuestros gobernantes.
El mal ya está hecho y muchos se perdieron para siempre ya, más es ahora cuando Mis luceros brillarán con gran fuerza y lograrán rescatar a muchos.
Orad sin desfallecer, permaneced en Mi Amor que nunca falla.