El Padre
El Hijo
El Espíritu Santo, Amor divino de entreambos.
Si el que es Origen de todo está lleno de Amor puro y divino,
toda obra Suya lo estará también.
Más es característica del auténtico Amor el no imponerse, el dejar libre al amado, porque no sería Amor si se impusiera despóticamente.
Y con la libertad aparece un peligro: la posibilidad de no corresponder al Amor.
Eso fue lo que ocurrió con el ángel caído, con los hombres caídos en desgracia por el primer pecado de Adán y Eva y los pecados personales de cada uno.
Todo mal es consecuencia de no amar al que es el Amor.
Todo Bien es consecuencia de amarlo y reconocer en Él todo Bien.
Y aquí estamos en el siglo XXI en el que las sociedades del mundo han decidido darle la espalda al Uno y Trino, cayendo por ello en un abismo creciente, de desesperación, negrura y tormento.
¡Maranatha, ven Señor Jesús!
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ADORO profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pobres pecadores.
ResponderEliminarBendiciones querida amiga. Un fuerte abrazo fraterno.
Amén, Marian, amén.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo fraterno para ti también