Escucha, Israel, el Señor es UNO y tu único Dios; servirás al Señor tu Dios y le amarás con todo tu corazón, toda tu alma, toda tu mente, todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo.
Amaos unos a otros como Yo os he amado.
Se acercan tiempos dolorosos, difíciles para muchos, rezad más, rezad sin cesar y pedid Mi Bendición para unos y para otros.
De la oración de unos cuantos depende el destino de muchos otros.